Este hombre de 41 años prefiere no dar su nombre ni los detalles de su historia, pero ha querido presentarse ante los medios para "agradecer" la labor del equipo sanitario que le ha atendido en el Hospital Universitario La Paz de Madrid.
El centro sanitario le ha trasplantado los dos brazos casi desde la axila, después de que el paciente los perdiera en un accidente laboral en 2012 en el que se electrocutó con alta tensión y donde también se lesionó el abdomen y las piernas. Se trata de la segunda intervención de estas características que se realiza en España -la primera intervención la realizó el Dr. Cavadas en Valencia en 2008-, y es la quinta de este tipo en todo el mundo.
La operación se realizó hace unas semanas y en ella participó un equipo multidisciplinar de más de 20 profesionales que fueron coordinados por César Casado y Luis Landín, del Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Grandes Quemados del centro sanitario.
Según ha explicado Casado a EL MUNDO, la operación fue especialmente compleja dadas las "cicatrices internas" que presentaban los tejidos del pacientes y que se debían a la electrocución que sufrió. "La corriente circula por las estructuras nobles del organismo, provocando graves daños, lo que dificulta la microcirugía", ha apuntado. Además, el hecho de tener que reemplazar el brazo por encima del codo también supuso un reto especial.
Los cirujanos tuvieron que reconectar los huesos, músculos, vasos sanguíneos, nervios y piel de las extremidades del donante con el cuerpo del receptor, lo que es un "auténtico encaje de bolillos", tal y como ha señalado Landín en rueda de prensa.
Los médicos han añadido que el paciente deberá recibir medicación inmunosupresora de por vida y que existe un riesgo de rechazo. "Se puede producir alguna crisis de rechazo agudo, aunque estos problemas se pueden controlar satisfactoriamente en casi todos los pacientes", han afirmado.
De momento, los brazos del paciente están inmovilizados con férulas para asegurar su completa cicatrización e integración, pero los médicos esperan que, tras un periodo de rehabilitación, pueda recuperar la funcionalidad y, con ella, la autonomía perdida.
"Calculamos que en un periodo de entre tres y seis meses podrá flexionar y estirar los codos y que en un lapso de entre ocho y 15 meses vuelva a tener la movilidad en las manos", ha señalado Landín. La recuperación de la sensibilidad, ha añadido, es un proceso gradual y más largo.
"Las dificultades han sido muchas, pero lo que compensa es que un paciente que es dependiente al 100% pueda llegar a valerse de nuevo por sí mismo", ha subrayado por su parte Casado.
El paciente ha asegurado tener miedo "de lo que voy o no voy a poder recuperar", pero se ha mostrado "con mucha ilusión y muchas ganas" de trabajar para recuperarse al máximo.
jueves, 3 de abril de 2014
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